Por alguna extraña razón, Iberia se dedica últimamente a aterrizar con puntualidad británica y los guardias aduaneros se empeñan en realizar su trabajo con una diligencia y rapidez muy poco habitual, obviando preguntas capitales para la seguridad nacional. Y se de alguna que venía con una lista de los mas reconocidos representantes de la Gestalt...por si las moscas.
Como resultado hemos llegado tarde, por segunda vez en una semana, a recibir a los visitantes.
Pero la parte importante es que ya están aquí, acampados en el salón sin demasiada dificultad. Espero que no se entere Sarkozy...que nos los deporta a Bucarest.
Una cancion.
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