Aunque nada más salir había un cartel que nos amenazaba con los rigores del clima nos hemos armado de valor y nos hemos echado a la calle. En poco tiempo los malos augurios se han confirmado y hemos disfrutado de un agradable paseo matutino a...diez grados bajo cero (se acompañan pruebas gráficas). El sol que ha despertado a Penélope a las cuatro y media de la mañana debía calentar en otro sitio.
Con gran sorpresa hemos comprobado que en la tierra del Tío Sam el primer día del año no está reservado a recuperarse de los excesos de la Nochevieja como en cualquier otra zona del mundo medianamente civilizado y que todas las tiendas, bares y restaurantes están tan abiertos como cualquier otro día, de modo que nos hemos dedicado a las compras, ya sabéis que a mí no hace falta provocarme demasiado. En nuestra defensa decir que todo lo adquirido es absolutamente necesario para sobrevivir a esta aventura; un par de plumas que soporten éstas temperaturas infrahumanas, cremas para que la cara no se nos caiga a trozos con cada racha de viento, unas botas bien forradas para que a B. no haya que amputarle los dedos como a los alpinistas y un disco duro para que no se repita el desastre holandés si de nuevo la manzanita nos quiere dejar tirados.
PD: En la sección de agradecimientos y comentarios del día...a la Dra. Zaballa, gracias por su mensaje, idénticos deseos de felicidad desde este lado del mundo; al usurpador de nicks, que conecte el Skype de vez en cuando que necesito solucionar algunas dudas inforMacticas.
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