¿De qué pie cojeas?...de los dos.
Los días siguen pasando y yo sigo quedándome sin historias, así que echaré otra vez mano de las prestadas y hoy hablaremos un poco de trabajo. Conceptos distintos, distintas formas de ver las cosas.
Aquí parece no existir el escaqueo, nadie remolonea a la hora del café -sería insostenible porque todas son horas del café-, nadie estira más de lo normal el lunch time -de hecho la mayoría comen delante del ordenador o en el despacho- y si alguna vez necesitas salir antes de la hora o tomarte un día libre, simplemente lo haces. Si hay una buena razón y quieres que alguien la escuche tienes que darte prisa en contarla, porque nadie te la pide y todos asumen que la tienes.
Tampoco se quedan más tiempo del necesario sólo para que les vea el jefe, si alguien está más horas de las habituales es porque tiene algo que hacer, si no, estarían en casa. La cosa es simple, llegas, trabajas y cuando acabas...te vas.
Hoy le ha tocado sumar años al señor J, y a mi me tocaría ponerme cursi, pero ni por esas conseguiría explicar bien lo que ha significado en nuestra vida.
No me resulta nada fácil encontrar una canción adecuada, en todos estos años hemos compartido muchas cosas pero nunca gustos musicales. Esta me recuerda a él, por alguna extraña razón que no acierto a explicar.
Mucha felicidad...y te dejo que seas el viejo de la chaqueta, dentro de mucho tiempo, ya sabes que a mi siempre me ha gustado ser el protagonista.
Chicos, muchas gracias.
ResponderEliminarLos mismos buenos deseos van para alla.
Como de dia soy un oficinista gris y muy serio, pues la canción no puede sonar muy alto, pero en mi cabeza resuena, eso si, cantada a coro.
Siempre a coro.
Besos.
J.