DIE MANNSCHAFT

El tiempo no ayudaba en nada, no se si contagiado por el temporal que azota ese lado del mar, pero nos hemos dado un paseo hasta el festival de blues que se ha celebrado en Grant Park durante el fin de semana. A ellos no parecía importarles demasiado la lluvia caída y allí estaban plantados con mantas, sillas, hamacas, sombrillas o tiendas de campaña...auténticos profesionales del tiempo libre. Para comer, zancas gigantes de pavo bañadas en salsa barbacoa, para beber, cerveza bajo estricto control parapolicial, como de costumbre.

Pero todo eso ha sido después del partido, porque ha empezado a jugar Alemania y por fin ha llegado el fútbol al mundial. Por alguna extraña razón, hasta hoy nunca explicada, yo siempre he querido que ganaran los alemanes, y esta vez no iba a ser menos.

Mi primer recuerdo futbolístico es llorando desconsolado en las gradas Bernabéu, viendo como perdían la final del mundial de Naranjito, hay quien cuenta que también insultaba al arbitro, la memoria no me da para tanto. También me acuerdo de los gritos y el disgusto cuando el cabezazo de Maceda echó a Alemania de la final de la Eurocopa del '84 y recuerdo por supuesto, las paredes de mi cuarto empapeladas con fotos y recortes de Brehme, Klinsman, Matthäus y compañía cuando por fin ganaron el mundial de Italia contra la Argentina de Maradona, a quien, y no sólo por llevar la contraria, siempre he tenido bastante tirria.

Hoy cumplió años el pater familias, porque hoy es cuando se quema el xigante. La música, por sonar en su honor, es muy distinta a la habitual. A mí me recuerda a viajes por el Pontón, curva va y curva viene, historias de gallinas atadas por las patas y paisajes de los que sobrecogen...y sopa caliente al final del camino.