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jueves, 3 de junio de 2010

GNOMO DE JARDÍN



Cuanto más estrecho es el camino más difícil es pasar. Uno de estos días hubo un caso interesante, un paciente con una estenosis duodenal completa por un colangiocarcinoma muy avanzado. Costó un buen rato identificar el píloro y colocarnos frente a él, otro tanto poder ver la luz, de apenas un par de milímetros. Aún más esfuerzo requirió pasar una guía y un catéter sobre ella, tras conseguirlo y para sorpresa de todos, el contraste nos dibujó un duodeno perfecto en lugar del retroperitoneo, tras tanta maniobra bien pensábamos que le habíamos hecho un agujero de más.
Después de tanto esfuerzo fue misión imposible colocar allí una prótesis, imposible al no poder hacerla progresar por ese agujero tan minúsculo. JC no estaba dispuesta a tirar la toalla sin dar un poco de guerra y se le ocurrió colocar una prótesis biliar de ocho French, que bien untada de Pam, se deslizó sin dificultad. A su través pasó de nuevo la guía y sobre ella colocó la prótesis duodenal inicialmente prevista...todo un alarde de imaginación y todo un éxito, a comer de nuevo.

En la búsqueda de ideas he caído en la cuenta que llevo demasiado tiempo sin contar ninguna aventura médica y he pensado que esta no era mala historia para la ocasión.

Y la música al final.

1 comentario:

  1. Nuestro Camino también,para mi, ha sido un poco estrecho!tengo agujetas en la planta de los pies! pero tambien,aunque mas largo de lo previsto,ha culminado con éxito.El beso del día y mi ánimo a los lectores a escribir.

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