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sábado, 28 de agosto de 2010

ZORBA



El verano poco a poco se va acabando y con él también todas sus atracciones. Una de las más populares son los festivales gastronómicos, que no tienen mucho que ver con lo que eso significa al otro lado del mundo, el concepto de festival es muy diferente y la gastronomía aquí ni siquiera llega a ser un concepto, pero tienen su encanto.

Sobre todo si tomamos la precaución de evitar el descomunal Taste Of Chicago, que inaugura la temporada y que por referencias creo que no pasa de ser una concentración de más de cuatro millones de americanos de gran tonelaje compitiendo a ver quien come más hamburguesas, más costillas de cerdo o más perritos. Todo empujado con litros de cerveza.

Pero en un tamaño mucho más discreto y manejable cada barrio organiza el suyo, y como ahora no resulta muy fácil dar una vuelta al mundo en dos manzanas nos hemos acercado hasta Greektown para conocer su versión.
Los griegos fueron de los primeros en llegar hasta aquí, más que nada porque muchos de los capitanes de los barcos que trajeron a los europeos lo eran y un buen puñado aquí siguen desde entonces. Como no podía ser de otra manera sonaba el sirtaki, todo olía a cordero a la parrilla y los puestos estaban atiborrados de dolmades, souvlaki, gyros, moussaka, spanokopita o tzatziki. Lo raro ha sido la sangría en lugar de la retsina.

Os dejo una canción y al ojo que todo lo ve, os vigilo.

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