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sábado, 25 de septiembre de 2010

SIPOLLAS





Alguien me contó uno de estos días que los americanos distinguen dos clases de pescado, el atún y el que no es atún. Pero hoy hemos encontrado un pequeño reducto donde pueden aprender que también existen calamares frescos, bacalao, percas, sardinas, lubinas, besugos, bocartes, lenguados, gambas con cabeza...y atún.
Es una de las tres únicas pescaderías que he logrado localizar en todos estos meses, una vez descartadas las de Chinatown, que se parecen más a un acuario y de las que tienes que llevarte el pescado nadando en una bolsa, como aquellos peces de colores que comprábamos cuando éramos niños.

Y es un buen sitio donde pasar la mañana, puedes enredar entre las cajas, manosear el pescado y mirar si tienen las escamas brillantes, los ojos tersos o las agallas todavía húmedas. Puedes escoger tu mismo las mejores piezas, los cangrejos de mayor peso o los filetes mejor cortados e ir llenando poco a poco el carrito. Eso hemos hecho, y ahora tenemos la nevera bien surtida de pescado fresco, hasta la próxima visita a nuestra nueva rula particular.

B dice que lo hemos descubierto demasiado tarde, yo le he dicho que aún queda tiempo. Aunque me temo que es posible, que para todo lo que vayamos descubriendo a partir de ahora, sea ya tarde.

Hoy, la prima que al abrir la ventana ha cambiado las vistas del monte Abantos por las de Chicago, es otra vez tan vieja como yo. Ya casi somos mayores, ¡Felicidades y besos!.

Algo de música.

1 comentario:

  1. Gracias!!!; como bien dices ya casi somos mayores,aunque yo me sigo sintiendo como en los 25. Si no fuera por unos puñeteros pelillos blancos que se empeñan en recordarme que el tiempo va pasando...
    Que tengais buena semana (al menos será rica en omega 3!!!).
    Un beso

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