El día me ha estado recordando a aquellos años en los que todavía se consideraban días laborables los de Nochebuena y Nochevieja; sé que para muchos aún lo siguen siendo, pero hace tiempo que la administración sanitaria se dio por vencida y optó por institucionalizar las vacaciones que todos se tomaban, haciendo como que trabajaban.
Como entonces, hoy ha habido muy poco trabajo, algún brindis y mucho intercambio de buenos deseos y de recetas de pavo relleno, boniatos y tarta de calabaza. El frío, las luces, las calles medio vacías y las tiendas llenas de gente haciendo compras de última hora también contribuyen a que parezca haber llegado la Navidad antes de tiempo. Sólo faltaban el turrón y los cánticos de los niños de San Ildefonso.
Luego ha habido que dedicar parte de la tarde a la búsqueda de un vino español -bueno, bonito y barato- para no llegar con las manos vacías a la cena de mañana. Y no es una tarea fácil, hay oferta suficiente pero los de precio asequible no los conozco y los que conozco se salen por mucho del presupuesto. Al final un Rioja normalito y uno de El Bierzo que tiene mejor pinta, supongo que mejorará al zumo de arándanos fermentado, que es lo más parecido al vino que conocen los rusos.
Y mañana, como en toda celebración que se precie, habrá un bonito desfile, pero han decidido que empiece a las 8 de la mañana. Así que la hora, el frío y los cientos de miles de personas que dicen que se pelean por un hueco en la acera creo que nos van a obligar a quedarnos en casa.
Y la música.
Me hubiera gustado estar por allí ese día, que casi parece una fiesta más de nuestro calendario gracias a Hollywood. Debe ser curioso ver la realidad, que tampoco creo que sea muy diferente a la ficción gracias a la corroboración de cantidad de lo que creía mitos que ya vi.
ResponderEliminarAqui la realidad siempre se parece demasiado a la ficcion, no hay dia en que no me acuerde de aquella frase de Woody Allen sobre el arte, la vida y la mala television, y sobre quien imita a quien.
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