Uno no debería contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo, o que sí pasaron pero estaban ya medio a salvo en el tuerto e inseguro olvido.
Fiebre y Lanza. J. Marías
Mientras aquí ni el frío ni la nieve acaban de llegar, el agua parece que ha vuelto a hacer de las suyas en Asturias y he visto que el mar se ha llevado por delante las obras de la nueva compuerta del puerto de Llanes. Y es curioso porque hace poco que había leído que las obras avanzaban sin contratiempos, y entonces me acordé, otra vez, de como el abuelo me contaba uno de los primeros intentos de que el Riveru no se quedara sin agua cuando baja la marea, hace ya muchos años.
Cuando escuchaba aquella historia, y fueron unas cuantas veces, siempre me imaginaba igual el acontecimiento. Aunque en blanco y negro y algún gris, porque por alguna extraña razón soy incapaz de imaginarme en color aquella época.
El puerto y las galerías de las casas que miran a la ría estarían adornados como en la procesión de la Guía, las sirenas de las lanchas sonando sin parar, los voladores, la banda de música, algunos señoritos venidos desde Oviedo para lo ocasión, Don Luis el cura (¿o sería Don Gil?), el alcalde, el sargento de la guardia civil...y todo el pueblo mirando para aquella compuerta. Me imagino también que alguien cortaría alguna cinta para inaugurarla o que incluso estamparían una botella de champán contra ella, a modo de bautizo. Y que luego mirarían todos impacientes como bajaba poco a poco. Pero la maldita compuerta no bajaba...y no bajó nunca.
Y allí estuvo levantada, entre El Sablín y la rula, durante tantos años que todavía me dio tiempo a conocerla. Hasta que hace poco alguien decidió quitarla y luego otro decidió que había que construir una nueva, y en eso estaban hasta que vino el mar y se la llevó por delante. Esta visto que esa compuerta no va a bajar nunca.
Ha sido un buen hallazgo esa conexión fotográfica. Supongo que la señora disfrutará viéndolas.
ResponderEliminarY viéndolas yo sé porqué tus recuerdos son en blanco y negro.
Es impresionante, al menos para mí, ver la casa de salvamento de náufragos igual ahora que hace 100 años. Y ver que no está la Rula que diseñó tu lejano pariente el arquitecto Joaquín Ortiz, y que ahora no se que es.
Recuerdos y besos
Hoy no puedo escribir;demasiados recuerdos me lo impiden.Aún así el beso del día
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