Cuenta la historia que los primeros colonos que llegaron a Massachussets a bordo del Mayflower, allá por 1621, celebraron con los indios Wampanoag un gran banquete con el que quisieron agradecer una muy buena cosecha. Otra teoría defendida con entusiasmo por la comunidad hispana, le otorga a un marino de Avilés la patente de la celebración de hoy, cuando más de cincuenta años antes, organizó una gran comida para agradecer la fundación de la ciudad de San Agustín en la Florida, por entonces española.
Hoy nosotros hemos asistido a nuestra primera cena de Acción de Gracias, porque no cuentan todas las vistas en películas y series de televisión, por las que además todo el mundo sabe lo orgullosos que están por aquí de su tradición más antigua.
Tradición muy americana pero que nosotros hemos compartido con un matrimonio de San Petersburgo, que hacía de anfitrión, un italiano de Cerdeña y un sueco descendiente de iraníes, y a pesar de lo curioso de la mezcla, el menú ha resultado ser de lo más tradicional.
Pavo asado con salsa de arándanos y con su relleno de pan, apio y cebollas, que curiosamente se sirve aparte y no rellenando al pavo como parece decir su nombre. Como guarnición patatas cocidas, verduras variadas y calabazas en lugar de boniatos, que no gozaban de demasiada aceptación entre los comensales. Todo acompañado de sidra dulce como corresponde y algo del vino que aportábamos a la fiesta. De postre la tarta de manzana sustituía a la de calabaza, que ya había acompañado al pavo.
La próxima vez que vea a Joey intentando comerse un pavo entero me acordaré de nuestra Acción de Gracias particular.
Desde luego, para que luego digan que existen los americanos de pura cepa. Está claro a que se refiere eso de "E pluribus unum".
ResponderEliminarY ya que traes a colación a Joey, me imagino que habrá sobrado. Con las sobras siempre puedes hacerte un bocadillo para mañana que tenga además de las dos rebanadas de pan una tercera en el medio mojada en salsa para que no esté seco. Pero acuérdate de etiquetarlo bien diciendo "Soy la comida del Chico de Rayas. No me comas". Y, si te lo roban, no te pongas nervioso a ver si vuelves a casa un par de meses antes...
Un beso.