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lunes, 6 de diciembre de 2010

IN THE NAVY



Hoy me he enterado de que Leah es una veterana de la armada, la vida está llena de sorpresas, porque con ese aspecto de venerable anciana (o casi), nunca me la habría imaginado a bordo de un portaaviones ni manejando el periscopio de un submarino nuclear persiguiendo nazis por el mar del norte. Tampoco sé si lo hizo alguna vez.
Lo que me ha contado es que sirvió en ella durante mas de treinta años, que alli se formó como técnico dentista, y que tras licenciarse trabajó mucho tiempo con heridos de guerra desfigurados por sus heridas. Que paso varios años en Nueva York y que desde allí se vino a Chicago y siguió trabajando en lo mismo hasta que se jubiló, no hace demasiado. Aunque la suya es una jubilación un tanto extraña, porque enseguida se puso a buscar empleo y cambió el uniforme por un puesto cómodo coordinando proyectos de investigación. Al parecer no le atrae demasiado la idea de largarse a Florida.

Hoy le han hecho un pequeño homenaje en el periódico del hospital, contaban su historia y había un par de fotos suyas de uniforme, con sus condecoraciones y también con unos cuantos años menos, que la han perdonado poco. A partir de mañana tendré que cambiar mi good morning habitual por la posición de firmes y un saludo militar.

1 comentario:

  1. Parece mentira cómo después de casi un año por allí aún no conoces del todo a las personas con que pasas tanto tiempo y siempre tienen algo nuevo con lo que sorprendernos a los de este lado del globo.

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