Nueva experiencia por las autopistas americanas, donde debes ir provisto de monedas si no quieres quedarte atrapado en los peajes, donde echar gasolina es todo un desafío y donde debes tener bien presente que lo que marca el contador de la velocidad son millas si no quieres tener pegado al culo a un policía con su Harley.
A pesar de todo, y por segunda vez, he logrado no perderme y hemos llegado sin incidencias a nuestro destino, un nuevo outlet donde dar rienda suelta a nuestra vena consumista, mayormente a la la mía. Tiendas para todos los gustos donde elegir, también para todos los bolsillos, aunque esta vez han sido muchas las que se nos iban de presupuesto a pesar de los descuentos Armani, Ferragamo, Coach, Hugo Boss, DKNY...
Como no hemos pasado día entrando y saliendo de decenas de tiendas y no me parece un tema muy interesante con el que aburriros, os dejo la batalla ganada al tráfico de uno de mis últimos descubrimientos. Tres tipos que se encargan, amparados en la oscuridad de la noche, de mezclar luz con arte y con un poco de conciencia social y lo cierto es que el resultado de muchas de sus actuaciones no deja de ser curioso y divertido. Utilizan los más variados objetos -muchos de ellos de uso cotidiano, otros rescatados de la calle- para darles vida a través de la luz y así cambiar el aspecto habitual de modestos rincones de la ciudad inventada. Libros contra coches, no es mala idea, a mi me gusta.
Y mañana estrenamos el mes que nos llevará hasta la primavera, ganas tenemos, que lo empecéis bien. Ahí queda la memoria gráfica de nuestro segundo mes por aquí y algo de música, que hay que ser original.
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