PARISH BOY'S

Por la mañana nos hemos asomado hasta el mismo borde del lago, allá en el sur, en Museum Campus. Viendo el agua helada, las orillas llenas de nieve y los muelles congelados y desiertos se hace difícil creer que en pocas semanas el paisaje cambiará por completo y que podremos pasar una tarde de picnic en el parque, mirando los veleros.

En nuestro paseo de vuelta nos hemos encontrado con los restos de una exposición de esculturas de nieve, extraña sensación el verlas derretirse. También, por un momento, nos hemos creído en París, y he querido acercarme a la tienda del señor Collignon para comprarle a Lucien unas berenjenas, no ha podido ser.

Una de las cosas sorprendentes de esta ciudad, y creo que de este país, es la legión de mendigos que viven en sus calles sin que nadie parezca prestarles demasiada atención, lo habitual es verlos en los portales agitando sus vasos de cartón con unas cuantas monedas y repitiendo una letanía indescifrable, parece complicado que soporten el frío. Me pregunto por qué no emigrarán a la soleada California, no parece que sea mucho lo que les ate aquí.

También te los puedes encontrar durmiendo en las aceras sobre las rejillas de las calefacciones, despiojándose tranquilamente en el hall de algún centro comercial, probándose una sombra de ojos en Macy's, haciendo la compra en el supermercado, rebuscando entre las librerías de Border's, tomando un café en el Starbuck's, tranquilamente sentados...jamás hemos visto a nadie quejarse por su presencia ni a ningún guardia de seguridad echarles de ninguna parte.

Hoy ha sido el primer día que hemos visto llover, es lo que tiene el que la temperatura pase del cero. Una canción.