Hay días buenos y días malos y hoy ha tocado malo, como sino tuviéramos bastante con que fuera lunes.
Esta mañana la calle estaba desierta, nada raro para ser las siete y cinco, el problema es que allí debería haber estado el coche que tenía que devolver. Hemos sufrido en carne propia la eficacia del servicio de grúa, tan eficiente que se lleva el coche diez minutos antes de lo debido. La cadena de despropósitos empezó ayer, cuando la absurda manía de no llamar a las horas por su nombre me hizo confundir la medianoche con el mediodía y me encontré la agencia de alquiler cerrada al ir a entregarlo, si tenemos veinticuatro horas, ¿por qué no usarlas todas y no sólo doce?.
La aventura ha continuado hasta lograr sacar el maldito coche del depósito, para lo que hemos tenido que pelearnos con unos cuantos negros, uno empeñado en la absoluta necesidad de ir por el mundo con el permiso de conducir internacional, otro empeñado en hacernos pasar la noche allí antes de cobrar la multa y uno más, empeñado en hablar algo que en nada se parecía al inglés. Tras la carrera de obstáculos estamos en casa sanos y salvos, pero el coche duerme de nuevo en la calle, con la grúa acechando.
Para no llevarle la contraria al día, hoy en la sala de endoscopias ha habido un momento de esos en los que nadie se atreve a abrir la boca.
La memoria me ha jugado una mala pasada...muy mala, el seguidor número 1 de este blog cumplió años ayer y se quedó sin canción y sin la felicitación de rigor, a pesar de que le levantamos de la siesta para hacerle llegar nuestro recuerdo a través del ciberespacio...pero creo que el fallo está justificado, porque aunque ronda los cincuenta, hace poco que superó los diez años, y eso cae en otro día. De cualquier forma, espero que la dedicatoria de la canción de hoy pueda sustituir a la de ayer.
Fotos de estos días, todos están bien.
Hola CdR, como sabes he tenido una estancia hospitalaria la semana pasada en la que los resultados han sido excelentes, pero en el camino para llegar a ellos, una MIR no sé que número, casi acaba conmigo.Estuve a punto de cometer un MIRicidio, pero pensé que son pasos del aprendizaje para llegar a ser un buen médico. De todas formas Con tu dedicatoria me siento reconciliado con la profesión médica.
ResponderEliminarVuestra aventura, y la de los que os seguimos desde este lado consta hasta el momento de innumerables fotografías, 113 canciones y 301 páginas. De aqui al final nos da tiempo a publicar una enciclopedia por fascículos.
Como continueis comprando cosas vais a tener la disculpa perfecta para no volver, ya que os va a ser imposible trer todo, pero no cuela os queremos aquí en cuanto termine la beca o tendremos que enviar secuaces para que os obliguen a volver.
Un abrazo muy fuerte, de un madridista de corazón, para los cuatro.
Buenas, leer la aventura resulta entretenido pero me imagino que en directo ha sido bastante desagradable.
ResponderEliminarAquí mientras tanto disfrutamos del sol, para variar.
Besos de todos