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martes, 20 de abril de 2010

VIENTO, CUERDA Y PERCUSIÓN




Juan Imaz. Obaba 1916-Stoneham Ranch 1992. Necesitaba dos vidas, sólo he tenido una.

Por primera vez desde que tengo recuerdos hoy ha sido un día como los demás, y esta vez me había acordado yo solo, felicidades de todas formas.

Recuerdo un libro, uno de los personajes enterraba cada día una palabra escrita en un pedazo de papel, que enrollaba con cuidado y metía en una caja de cerillas antes de darle sepultura, era el símbolo de la muerte lenta de la lengua en la que él aprendió a hablar. En esa ceremonia diaria siempre le acompañaban sus dos hijas, quienes se aprendían divertidas aquellas letras en esa lengua que les resultaba tan extraña. Él murió joven y acabó entre sus palabras, sus hijas nunca aprendieron la vieja lengua, aunque al menos recordaron siempre aquel puñado de palabras.
Me acordé de esta historia porque a Penélope le mandan cada día por correo electrónico una palabra nueva, con ella tiene que inventarse una frase y llevarla luego a clase, me gustó la forma de aprender y de recordar las palabras. Son afortunadas, otras corren peor suerte y las dejamos morir.

Esta tarde nos hemos acercado hasta el Orchestra Hall para escuchar a la orquesta sinfónica, dirigida por un tipo clavado a Robin Williams, con más pelo, como suele ocurrir en los directores...¿serán exigencias del contrato?. Un poco de ballet, Falla y Ravel, el plan se ha salido de lo habitual y lo hemos disfrutado.

Una canción, poco que ver con lo escuchado hoy, para compensar.

3 comentarios:

  1. Con excelente concierto de la Orquesta sinfonica de Chicago me despido de esta entrañable ciudad,quizas entrañable por mis hijos a los que dejo con cierta tristeza pero animosa pues se encuentran perfectamente integrados en su día a día y en su ocio culturoogastronomicofotografico, palabreja inventada y algolarga pero que resume su vida tras e trabajo,aunque hay que añadirle comprador que lo había olvidado.El beso de hoy desde Chicago,el proximo desde el otro lado del Blog

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  2. Desde este lado del charco, parece que las cosas van volviendo a la normalidad: el "madrino" ya en casa, el último de los mohicanos de alta médica y el tema del agua caliente solucionado... yo, deseando ver a los padres y que me cuenten cosas de la aventura americana, la suya, la vuestra.
    Un beso fuerte.

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  3. Todo termina, en su momento, y las cosas se remansarán nuevamente. Nosotros de vuelta al nido semi-vacío a ver cómo se llena, y vosotros a seguir haciendo el vuestro.
    Que la estancia en la otra costa os sea grata y que regreseis con las pilas más cargadas si cabe.
    Besos, como siempre.

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