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lunes, 7 de junio de 2010

PROTOCOLIZANDO



Superado el ataque de los microorganismos que pululan por el ciberespacio vuelvo a estar en el sitio de siempre y a la hora de costumbre, no iba a irme así, sin despedirme.

Las visitas se van yendo por donde habían venido, esperamos que satisfechas después de compartir un rato esta aventura y de haber paseado por las calles de esta ciudad, que ya enseñamos como si fuera nuestra, aunque no sé muy bien cual es de verdad la nuestra.
Espero también, que la única queja que se lleven de vuelta, sea el despertarse demasiado temprano cada mañana con los rayos del sol acertando en toda la cara, pero la culpa no es nuestra sino del extraño odio a las persianas en este país.
En su lugar hay cortinas de todo tipo, las nuestras de oficina, pero todas igual de incómodas, feas e inútiles y nunca cumplen su función. Tras pelearnos durante unos días corriéndolas y descorriéndolas, hace tiempo que decidimos no abrir jamás las de nuestro cuarto y no cerrar nunca las del salón y gracias a eso ahora veo como uno de los vecinos del edificio de enfrente corre al borde del colapso sobre la cinta o como una pareja se atiborra de palomitas frente a la tele...y ellos me ven a mí escribiros cada día, tirado en el sofá.

Como hoy no he sacado la cámara a pasear, la foto es una de tantas de la última excursión y la frase cuentan que fue la respuesta de J. D. Rockefeller preguntado acerca de cuando el dinero parece ser suficiente. Avaricia dirán algunos, aunque si no hablamos de dinero puede que no.
Hoy toca cambio en la galería, ahí van las fotos de Abril, no logro ponerme al día...es lo que tienen las compulsiones.

Y música también, que nunca es suficiente.

3 comentarios:

  1. ¡¡¡¡Uff, que susto!!! Como verás por los comentarios nos tenias muy preocupados, yo ya pensaba que nuestro "corresponsal" particular se había cansado de mandar su crónica diaria, pero hoy han entrado 3 juntos y además con fotos nuevas.

    ¡¡¡Esto del blog se ha convertido en un rito y el día que falla te falta algo!!!

    Un montón de besos para los dos desde este lado del Mundo

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  2. Estoy de acuerdo! El ritual se echaba de menos, pero la cosa vuelve a sus cauces...
    Sin visitas ya, estais de nuevo solos los dos, que a veces incluso lo habríais echado de menos. Pero no os acomodéis demasiado, que estas cosas no duran mucho tiempo...

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  3. Efectívamente, como decía quien yo me sé. Yo achacaba la ausencia a esa nueva máquina que tienes, pero ya leo que sólo ha sido un virus. Procura que no pase lo que te pasó en la ciudad de los canales.
    Por aquí todo bien, dentro de lo que cabe. Mañana, una vez superados los escollos de renta y juzgados, reiniciaremos nuestro camino, ya en tierras gallegas, cosa que me mosquea ligeramente. Salir de la casa de uno es costoso. Pero bueno, nos daremos al pulpo y los percebes.
    Besos fuertes.

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