435 NORTH MICHIGAN

Hoy voy a recuperar el aire de guía turística que ha tenido esto alguna vez, aunque un tanto particular. En todo este tiempo ya os supongo familiarizados con los edificios de Chicago, uno de sus puntos fuertes. No se si el más importante, pero si uno de los más conocidos, es Tribune Tower, sede del mejor periódico del mundo...también os supongo familiarizados con los aires de grandeza que gastan en este pais.

El edificio en cuestión fue el ganador de un espectacular concurso internacional de arquitectura allá por el año 1922, que acabó ganando el estudio de Howells&Hood con este diseño y que fue el comienzo de la más importante colección de rascacielos de la historia, gracias a muchos de los proyectos allí presentados.

A mí me recuerda a una catedral gótica en vertical y sus gargolas me vigilan cada día, de vuelta a casa. Puede que su mayor curiosidad sean los pedazos de las más importantes construcciones de la humanidad empotrados en sus fachadas. El Partenón, el Taj Mahal, la catedral de Notre Dame o una piedra robada a la piramide de Gizah son algunos ejemplos; sin olvidarnos de que desde una ventana podemos ver una roca del primer paseo lunar metida en una urna -al parecer la NASA no es partidaria de que se incrusten trozos de la luna en las fachadas- o un resto de las torres gemelas escondido en una esquina. Casi he tocado los cinco continentes, casi porque un pedazo de azulejo de la ópera de Sidney me queda demasiado alto.

Cuenta la historia que son los recuerdos que los corresponsales se iban trayendo de sus viajes, pero como para todo hay teorías, ayer escuché sin querer en la calle una curiosa explicación de un turista enterado a su acompañante. Según decía, en realidad se trata de una réplica de la torre de Babel, y esos pedazos simbolizan cada una de las culturas de este mundo nuestro. Otra opción es que ese fuera el punto final de la caja viajera de Richard McWilliams, quien sabe.

La música de hoy.