Roque divino líbranos, de peste y males a todo el pueblo de Llanes.
El irlandés de Grand Avenue, aprovechando el sol y el buen tiempo, sacó unas sombrillas y unas cuantas mesas a la calle y entre los árboles y flores de The Streeter montó una pequeña terraza. No es nada del otro mundo, pero si un buen sitio desde el que ver pasar las mañanas de los sábados.
Puedes mirar como la gente sale cargada con bolsas del Dominick's y a duras penas mete la compra en un taxi o pensar que deben poner sesión continua en el cine de enfrente, para que tengan tiempo de comerse esos cubos de palomitas o compadecerte de los adictos al footing, que echan el bofe camino del lago o entretenerte una rato observando la dura vida del fumador en este país.
Además de todo eso, es el único bar en muchas manzanas donde sirven franciscanos de barril y unas muy decentes patatas fritas caseras, no se como intentar convencer al dueño para que se haga con una buena cecina y completar la oferta.
La música del día.
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