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lunes, 9 de agosto de 2010

SALTIMBANQUIS


Un cuento, prestado, para la falta de ideas.

Había una vez una princesa que vivía en un palacio muy grande. El día en que cumplía trece años hubo una gran fiesta, con trapecistas, magos, payasos….. Pero la princesa se aburría. Entonces, apareció un enano, un enano muy feo que daba brincos y hacía piruetas en el aire. El enano fue todo un acontecimiento. ¡Bravo, Bravo!, decía la princesa aplaudiendo y sin dejar de reír, y el enano, contagiado de su alegría, saltaba y saltaba, hasta que cayó al suelo rendido. “Sigue saltando, por favor” dijo la princesa. Pero el enano ya no podía más. La princesa se puso triste y se retiró a sus aposentos.

Al rato, el enano, orgulloso de haber agradado a la princesa, decidió ir a buscarla, convencido de que ella se iría a vivir con él al bosque. “Ella no es feliz aquí” pensaba el enano. “Yo la cuidaré y la haré reír siempre”. El enano recorrió el palacio, buscando la habitación de la princesa, pero al llegar a uno de los salones vio algo horrible. Ante él había un monstruo que lo miraba con ojos torcidos y sanguinolentos, con unas manos peludas y unos pies enormes. El enano quiso morirse cuando se dio cuenta de que aquel monstruo era él mismo, reflejado en un espejo.

En ese momento entró la princesa con su séquito.“Ah estas aquí, qué bien, baila otra vez para mí, por favor”. Pero el enano estaba tirado en el suelo y no se movía. El médico de la corte se acercó a él y le tomó el pulso. “Ya no bailará más para vos, princesa” le dijo. “¿Por qué?” preguntó la princesa. “Porque se le ha roto el corazón”. Y la princesa contestó: “De ahora en adelante, que todos los que vengan a palacio no tengan corazón”.

La música de rigor.

4 comentarios:

  1. Vaya, yo conozco a alguien así.

    Por aquí todos apuntados a cursos de verano, futbol, piragüismo, dibujo, y porque al pequeño no le admiten en ningún sitio que si no.

    Besos, desde el sol maravilloso de Asturias.

    Mabel

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  2. ¿Feo y enano, con el corazón roto o sin corazón?

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  3. Vaya, vaya. Asi que ya se nos acabaron las ideas. No pasa nada. Eso me suele ocurrir a mi en medio de los examenes. Y luego pasa lo que pasa.

    Aui estamos en Madrid, a pocos días de irnos para Posada. Estamos nerviosos y haciendo las maletas, que son mcuhas, por que llevamos mucha ropa.

    Bueno, me despido esperando que os sigais divirtiendo por esos lados.

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  4. De los tres tipos, aunque el feo y enano es el mejor.

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