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jueves, 16 de diciembre de 2010

EXPECTING NEWS



Acostumbrado a escuchar, y a utilizar de vez en cuando, esa frase tan socorrida de "lo siento, no se da ninguna información médica por teléfono", me sorprendió ver que aquí ocurre todo lo contrario.

No sé si influye que una simple visita al médico suele pasar de los 300 dólares y que en cambio una llamada apenas cuesta unos centavos, y aquí son muy cuidadosos con eso del dinero. Pero me sigue extrañando llamar a un paciente, que estará tranquilamente tirado en el sofá viendo la tele, y explicarle que después de analizar aquello que le quitaron, el resultado no es tan bueno como parecía, más bien malo, y que le tendrán que operar. Sin muchas más explicaciones y con poco tiempo para responder a todas las preguntas que de repente se le habrán ocurrido o para calmarle el miedo que le acaban de meter en el cuerpo, le dicen que unos días le llamarán de nuevo para darle una cita con el cirujano y se despiden con un sonoro take care.

No creo que cada vez que suene el teléfono, tengan esas caras de pánico que estoy más o menos acostumbrado a ver en los pacientes cuando esperan alguna noticia. Supongo que no tienen nuestro sentido trágico de la vida.

2 comentarios:

  1. Si sirve de algo, los médicos privados aquí también lo hacen. Y la verdad, yo por lo menos lo agradezco muchísimo, es más cómodo estar en casa que tener que esperar mínimo media hora aunque tengas cita, para que te digan que está todo bien.
    Hacía varios días que no encendía el ordenador, besos desde el frío de Asturias.

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  2. Precisamente dar ese tipo de noticias es una de las cosas que más me alejan de la vocación médica. Gracias al cielo mis "pacientes" llevan muertos unos cuantos siglos y no creo que se me enfaden si me equivoco en mi trabajo.

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