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miércoles, 15 de diciembre de 2010

THE JANITOR



Si hace unas cuantas semanas clausuramos el baño por miedo a que el vecino de abajo saliera nadando, hoy hemos estado a punto de hacer lo mismo con la cocina. El horno, la vitrocerámica y el lavaplatos han decidido dejar de funcionar casi al mismo tiempo...esta casa es una ruina.
Por entonces las duchas del gimnasio nos echaron una mano para salir del apuro, pero ahora la cosa pintaba peor porque el tiempo no acompaña demasiado como para ir de excursión a hacer la cena en las barbacoas de la piscina.

Menos mal que una de las muchas ventajas que tienen la mayor parte de los edificios de apartamentos en este país, es un equipo completo de mantenimiento a tu disposición, que con una simple llamada se encargan de solucionar todas estas averías y cualquier otra. Si la cosa les supera por ser más complicada de lo que pensaban, ellos mismos se ponen en contacto con fontaneros, electricistas o con quien haga falta, y se encargan de todas las gestiones para que lo arreglen lo antes posible. Y como además tienen copia de la llave, ni siquiera hay que preocuparse por estar en casa.

He cambiado paisajes nocturnos por paisajes nevados, ese es el aspecto que tenía hoy Grant Park no mucho después de amanecer. La canción.

2 comentarios:

  1. Desde que vivo en un pueblo cada vez me gustan más las ciudades. Las fotos son preciosas, y con nieve, mucho más aunque me imagino que la vida un poquito más complicada.
    Besos

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  2. Aquí la nieve complica menos de lo habitual, la fuerza de la costumbre. Casi es peor la sal con la que inundan las aceras y te tiñe de blanco, estoy seguro que si chupas el asfalto sabe salado.

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