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jueves, 2 de diciembre de 2010

SHOUTS AND BOOS


Esta noche se jugaba el partido de baloncesto más esperado de la temporada en este país y yo pensaba que con eso iba a tener suficiente para el post de hoy.
King James volvía a casa, a Cleveland, para jugar contra los Cavaliers, con quienes había jugado durante los últimos siete años y en donde le tenían preparado un recibimiento nada amistoso. Después de criarle y apostarlo todo por él, se largó a Miami por un puñado de dólares, que suele ser el motivo de la traición en estos casos.

Luego no ha sido para tanto, le abucheaban cada vez que tocaba la pelota, le han gritado tanto como podían, le han caído unos cuantos insultos...pero ni él se dio por aludido ni han volado hacía la pista mecheros o botellas. Ni siquiera las pancartas eran lo bastante graciosas, si bien es cierto que a quienes se habían estrujado los sesos escribiendo los insultos más ocurrentes se las confiscaban en la entrada, que el basket también les gusta a los niños y esas cosas salen luego por la tele.

Así que el tan anunciado infierno se quedó en casi nada, aunque supongo que los 38 puntos con los que LeBron celebró la vuelta debieron contribuir a enfriar el ambiente. Él explicó al final que solo había ido a jugar, e intentar ganar, un partido de baloncesto. Y así fue.

Algo de música y una simpática fotografía.

1 comentario:

  1. No sé por qué, pero intuyo que te tira más el balompié y eres del Barça... En todo caso, no debe estar mal la experiencia de ver un partido NBA -no de los Bulls, precisamente- comentado in situ por allí. Sobre todo para ver si viven los derbys como por aquí...

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